Plan arbolado urbano DN
Si eres residente de una casa, un edificio o un residencial, o representante de una Junta de Vecinos y te gustaría #sembrartuciudad, este programa es para ti.
Tener árboles en las ciudades aumenta la calidad de vida de sus ciudadanos. Un arbolado adecuado en la ciudad reduce la alta sensación de calor y controla el ruido urbano, incentivando a caminar, pedalear, ejercitarse y salir más al aire libre, actividades que contribuyen a nuestra salud mental y física, bienestar, sentido de comunidad y pertenencia. También, aportan a la salud del planeta limpiando la atmósfera de gases de efecto invernadero provenientes del tráfico e industrias, como el ozono, dióxido de carbono, dióxido de nitrógeno y las partículas en suspensión; reducen la concentración de contaminantes en cuerpos de agua (ríos, lagos, acuíferos), con el almacenamiento de estos en sus hojas, troncos y las raíces; por otro lado, aumentan la biodiversidad junto con los microclimas, elemento que conecta zonas de la ciudad para que las especies migratorias, como las aves, se trasladen.
Igualmente, los árboles disminuyen el efecto de los fenómenos naturales, ayudan al control del viento y aumentan la sombra en la ciudad. De esta manera, las islas de calor (las altas temperaturas por el almacenamiento de radiación solar en el concreto) que presenta Santo Domingo pierden intensidad, pudiendo llegar a disminuir el costo energético de la ciudad.
Aparte de ello, el arbolado logra que una mayor cantidad de agua pase al subsuelo, alimentando los acuíferos subterráneos y, por consecuencia, la disponibilidad de agua potable. Este factor, junto con la retención del agua de lluvia en el cuerpo del árbol, también ayuda a la prevención de inundaciones en nuestras calles, logrando que se tapen menos las alcantarillas con residuos sólidos y evitando la creación de aguas estancadas, fuente de reproducción de plagas y amenaza para la salud poblacional.
En consonancia con esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 1 árbol por cada 3 habitantes, lo que se traduciría en 343,202 árboles para el Distrito Nacional (DN). Un Plan de Arbolado Urbano para el DN debe prever tanto áreas verdes que condense arbolado en espacios públicos abiertos, como un arbolado urbano vial disperso. Actualmente el DN tiene sólo un 6.2% de espacio público verde; es decir, un 43% por debajo de la cantidad óptima deseada, si tomamos en cuenta que ONU-habitat recomienda un mínimo de 10m2 de área verde por habitante. Esta situación se agrava en algunas zonas ya que la distribución de las áreas verdes y el arbolado urbano no es equitativa dentro del territorio del DN. Para mejorar esta situación, se formula el Plan de Arbolado Urbano que contempla seis componentes principales para aumentar el arbolado vial del DN.
El Plan de Arbolado Urbano para el DN propone generar un proceso participativo junto a residentes, juntas de vecinos, escuelas/colegios, iglesias, centros comunitarios, instituciones y empresas para la siembra y mantenimiento de árboles adecuados en nuestra ciudad. Para co-construir dicho plan se propone la articulación desde el Ayuntamiento de un Comité Asesor para guiar el proceso compuesto por representantes de organizaciones e institucionales medioambientales y de planificación urbana. Para el Plan se contemplan seis componentes principales:
- Programa Red de Senderos Peatonales Arbolados
- Programa Ciudadano “Siembra tu frente”
- Programa Empresarial “Siembra tu ciudad”
- Incluir al arbolado en ordenanzas de planeamiento urbano
- Mejorar la poda de árboles frente al cableado
- Inventario participativo del arbolado vial existente
Crear red de senderos peatonales arbolados en áreas de actividad clave del DN. De este modo, los beneficios del arbolado llegarán a más personas, más rápidamente, llenando de vitalidad sitios e hitos clave de la ciudad.
Se realizará la siembra de árboles en aceras que conectan los principales espacios públicos, escuelas, universidades, instituciones, estaciones de transporte público y zonas que ya sean caminables dentro de la ciudad. Conectar estos lugares bajo una red peatonal arborizada sería lo prioritario para lograr un mayor impacto en la caminabilidad de nuestra ciudad; es decir, la sombra que aportarán estos árboles mejorará las condiciones para que sea más cómodo andar a pie en nuestra ciudad caribeña.
El Comité Asesor definirá los criterios para la priorización de cuáles senderos serán los primeros en ser intervenidos y seleccionará las especies adecuadas según las características físicas del espacio y las especies disponibles para siembra. La siembra en sí será liderada por la Alcaldía, pero abierta a la presencia de la comunidad.
“Siembra tu Frente” – Residentes, Familias, Edificios, Juntas de Vecinos que quieren sembrar su frente en calles terciarias.
Se propone una estrategia de siembra descentralizada donde residentes, familias, edificios y/o juntas de vecinos contratan el servicio de siembra de viveros privados certificados que se acojan a las directrices de la normativa vigente y del Comité Asesor de arbolado, quien seleccionará las especies adecuadas permitidas según las características físicas del espacio y las especies disponibles para siembra. Se ejecutará en calles terciarias, involucrando a los residentes en la siembra y mantenimiento de árboles adecuados en su entorno, con el acompañamiento del ADN.
Los viveros aprobados obtendrán el permiso de siembra para cada caso mediante un formulario digital. Una vez la siembra sea realizada, la Dirección de Gestión Ambiental de la Alcaldía realizará monitoreos verificando su cumplimiento.
Esta estrategia permitirá la siembra a un ritmo y cobertura mayor de la que podría realizar el Ayuntamiento con los recursos humanos y financieros actualmente disponibles.
Empresas e instituciones públicas y privadas con sensibilidad medioambiental patrocinan la siembra de árboles en parques y espacios públicos elegidas de un Banco de Zonas de Oportunidad establecidas por la Alcaldía, bajo la asesoría del Comité Técnico de Arbolado.
Todas las plantas sembradas serán monitoreadas para brindarle cualquier mantenimiento, adecuación o sustitución necesaria. Este proceso será liderado por la Dirección de Gestión Ambiental de la Alcaldía.
Las empresas que participen serían reconocidas bajo el lema “Yo siembro mi ciudad”.
Actualmente, las podas severas y/o desbalanceadas de la copa de árboles reducen su valor paisajístico y crean un potencial peligro público para residentes, infraestructura y propiedades. La normativa vigente incluye artículos que buscan regular ciertos aspectos del proceso de poda, pero no ha logrado proteger al arbolado.
Por eso se propone técnicas de poda adecuadas con el fin de dar el mantenimiento apropiado al arbolado urbano, de modo que el crecimiento del dosel del árbol no sea un factor de riesgo para el peatón o el tendido eléctrico, y contribuye a la estética del espacio que se trabaja. Además, la poda adecuada funciona como método de prevención de plagas para el arbolado, y la materia orgánica proveniente de la poda puede utilizarse para la producción de abono.
Esto asegurará que cada vez haya más espacio y condiciones para que los árboles prosperen en nuestro entorno urbano. Desde la Dirección de Gestión Ambiental del ADN y el Comité Técnico de Arbolado se propone incluir elementos relativos al arbolado en toda ordenanza relacionada con el planeamiento urbano. Esto permitirá que se adopten directrices particulares para cada unidad territorial a normar. Esto incluye regular tanto el arbolado vial, como la cobertura verde y la huella edificatoria de los desarrollos inmobiliarios.
¿Para qué?
Un inventario del arbolado vial existente de la ciudad permitirá:
- Despertar empatía entre la ciudadanía y fortalecer los mecanismos de participación en torno a una comunicación pedagógica sobre el valor ecosistémico, urbano y paisajístico de nuestros árboles.
- Tener una línea base de información valiosa sobre la presencia de especies y la cobertura forestal existente a una escala local en el Distrito Nacional.
- Definir indicadores que podamos monitorear y evaluar para priorizar los distintos objetivos y optimizar los recursos a invertir hacia una gestión adecuada del arbolado.
- Exportar datos al programa I-tree para ser cruzados con datos climáticos y ocupación de uso de suelo para visualizar en mapas y cuantificar la pérdida (o aumento) del arbolado vinculando a sus servicios ecosistémicos.
¿Cómo?
Para lograr esto se plantea un ejercicio participativo en el que la propia ciudadanía realiza un inventario del arbolado georeferenciado mediante herramientas tecnológicas de mapeo de biodiversidad ya existentes y libre costos, que además propician una experiencia de gamificación para incentivar su utilización.